miércoles, 13 de abril de 2016

El machismo apesta entre las y los trabajadores


 Violencia, machismo, acoso sexual callejero es lo que a diario enfrentan las mujeres. Cada vez que sale una mujer de su casa, ha escuchado esto: “¡Qué culo!”, “¿Te acompaño?”, “¡Qué rico culo!”, “Mi amor”, “Qué tetas”. Al parecer los hombres se creen Dios, Patrón, Estado en las calles con su autoritarismo; yo hago lo que quiero, soy fuerte, che la ariero hina. Horrible actitud de estos seres, que se creen dueños de cuerpos ajenos, por la razón de verlas en minis cortas, polleras cortas, o algo ajustadas. ¿Pero qué tiene que ver esto, que las mujeres anden así por las calles, ajustadas o cortitas? Ojalá estas formas de actuar no pasen por sus hijas, o la madre de sus hijas. ¡Respetemos la libertad de cada uno y una! ¡Diversidad! En tan sólo poco tiempo, he notado tal presencia del machismo callejero acosador en Paraguay… ya es cultura al parecer. Pero en algunos rincones del país se ven unas chispas de cambio, hay algunos amigos que quieren combatir este mal que habita en la sociedad: el machismo. No es buscar o crear leyes para sancionar, ya que una persona que tenga poder zafará estas leyes. Ya vemos que la coima y la corrupción son monedas corrientes en Paraguay. Tomemos como ejemplos a los choferes del 49, que están frente a la Institución Pública de Justicia y Trabajo, el político Ibañez, Bogado, los intendentes de Lambaré y Asunción que se chuparon toda la plata de la educación (Fonacide). Con hacer leyes no cambia nada, ya tenemos sus historias, hay que concientizar a la sociedad del mal que estamos creando aquí y allá; Leyes y Democracia, ya apestan; combatir con leyes y sanciones, es un chiste para el que tiene capital, para el pobre una condena, cavar su propia tumba. Debemos curar lo malo, que no se reproduzca, quitar desde la raíz el problema, que no vuelva a brotar ni crecer en ningún lado. La cultura machista que está instalada en los trabajadores tiene sus síntomas en todas las edades; viejos, adolescentes. De repente me puse a ver que diez a veinte hombres se cruzaron en la calle con una chica y le dijeron de todo lo que se les pasó por la cabeza, acosándola con palabras densas, y a todo esto haciendo gestos mostrando el pene; de terror fue esto para aquella chica en ese día. El policía de la cuadra también está entre los 20 hombres inconcientes y brutos. Dicen cualquier cosa usando palabras sexistas; sabemos que el sexo es un placer pero no con autoritarismo en las calles. No vendría mal que leyeran estos 20 hombres de la cuadra a Emma Goldman, al parecer nadie les habló del machismo que apesta; se dicen los hombres entre ellos; somos fuertes, tenemos poder. Egoístas. ¿Y las mujeres les agregaría yo? Las y los trabajadores deben quitarse estas costumbres, yo soy Dios, Patrón, Estado y aprender el buen camino del respeto: todos por igual, nadie por encima de nadie.

Entiendan compañeros que las palabras acosadoras a las mujeres en la calle, insistirles y seguirlas, son formas del machismo, muy densas ¿Usted ya se ha preguntado por qué las mujeres no salen más de noche solas a recorrer las calles, darse un relax por la plaza? Es un combate para ellas las horas nocturnas en las calles. Todos los acosos sexuales machistas de los hombres son para muchas mujeres segundos, minutos y horas de terror, entiéndase compañeros.





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