martes, 25 de abril de 2017

Los grupos de afinidad anarquista

(Texto de la Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas (FIJA) extraído del periódico "El Libertario" de Venezuela)


Introducción

El ser humano, por su naturaleza, tiende a agruparse en comunidad y el funcionamiento de la vida en sociedad está muy marcado por la relaciones que establecen los seres humanos entre sí en base a la afinidad, es decir, los seres humanos se tienden a agrupar según sus intereses o inquietudes comunes y es esta unión en base a esos criterios la que modula la vida en sociedad y la que define el concepto de afinidad de una manera primaria. Por lo tanto, las agrupaciones por afinidad es algo cotidiano en las sociedades, pues la gente tiende a agruparse con aquellas personas que tienen unas tendencias parecidas.

A nivel ideológico, concretamente en el funcionamiento de un grupo anarquista, la afinidad es un aspecto clave. Se trata de que entre los miembros de un mismo grupo exista una cercanía palpable en el ámbito teórico-práctico y una concepción de las ideas libertarias más o menos coincidentes, que junto con una capacidad de trabajo  conjunta, hagan del grupo el mejor ente, a partir del cual se difundan las ideas anarquistas, dándoles a éstas un sentido y una dirección determinadas y ofreciéndolas al exterior desde un prisma que el propio grupo, gracias a esa afinidad, cree idóneo. Lo más efectivo es que la gente con posiciones muy cercanas tienda a agruparse para hacer análisis más profundos y radicales, que se convierten de este modo, en más eficaces.

Un poco de historia

El origen de los grupos de afinidad se remonta al siglo XIX, durante los tiempos de la 1ª Internacional. El militante anarquista Mijáil Bakunin, y diversas/os compañeras/os, empezaron a formar grupos secretos de conspiración, inspirados lejanamente en las sociedades conspirativas decimonónicas. Evidentemente, la organización de las/os anarquistas, no se quedaba en estos grupos, y las secciones de la Internacional, tenían más semejanzas al anarcosindicalismo posterior como organizaciones de masas.

A partir de la década de los setenta del siglo XIX, debido a la fuerte represión ejercida por los Estados contra el movimiento obrero y sus organizaciones, las/os anarquistas ven la necesidad de inspirar el modelo de grupo de afinidad, debido a las garantías de seguridad que este tipo de organización, como hemos comentado, otorgaba. A partir de entonces surge un importantísimo debate en el seno del anarquismo internacional: ¿era única y exclusivamente necesario dedicar la actividad 
revolucionaria a estos grupos dentro del secretismo y la consiguiente separación con el movimiento obrero y el contacto con la “masa”? Años más  arde, el anarquista alemán Rudolf Rocker, se muestra contrario a  esto: “Se comprende que, en épocas de reacción general, cuando los gobiernos cortan de un movimiento toda posibilidad de vida pública, la organización secreta es el único medio para conservar ese  movimiento, pero, al reconocer ese hecho, no debemos continuar ciegas/os frente a los inevitables defectos de esas organizaciones y vanagloriar su importancia. Una organización secreta puede considerarse siempre tan solo como medio, que el peligro del momento justifica, pero nunca podrá impulsar con éxito, ni poner en marcha una revolución social”. Por otra parte, las/os partidarias/os del nombrado secretismo, reafirmarán su postura: “Las represiones en masa implantadas por los gobiernos, nos obligarán a una conspiración totalmente secreta. Como esa forma de organización es muy superior; nos congratulamos porque las persecuciones concluyeron con la Internacional pública. Continuaremos el camino secreto; lo hemos elegido como el único que puede conducirnos a nuestra meta: la Revolución Social.”

Ya entrado el siglo XX, los grupos de afinidad adquieren en España una importante relevancia, sobre todo a partir de los años 20s. El Estado y la patronal a través del "Sindicato Libre", asesinan y hostigan a los miembros de las organizaciones anarcosindicalistas, es decir, de la CNT. Ante estos ataques represivos por parte del Estado y la Patronal, algunas/os anarquistas deciden dar una respuesta, y para ello recurrirán a los grupos de afinidad. Muchos grupos se formaron en toda la península, en especial en Cataluña, pero sin duda alguna, el que alcanzó las más altas cotas de fama fue el grupo Crisol, conocido también como Los Solidarios o el grupo Nosotros, posteriormente. De este grupo formaron parte los conocidos Buenaventura Durruti, Francisco Ascaso, Joan García Oliver y Gregorio Jover. Entre sus más notables actos: el atraco al Banco de España o el asesinato del cardenal zaragozano Juan Soldevila y Romero.

Años más tarde, como continuación de otras federaciones anarquistas, surge nuevamente de la  unión federal de varios grupos de afinidad de toda la península, la Federación Anarquista Ibérica (1927). Lejos de quedarse ahí, el movimiento libertario sigue creciendo, dando lugar a diversas organizaciones “específicas”, la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias, encargada de la lucha anarquista más enfocada hacia la juventud (1932). Todo el movimiento libertario incluido el sindicato anarcosindicalista CNT, llevó en 1936 la mayor transformación social y económica de la historia, siendo bautizado como la Revolución Española, y en ella los  grupos anarquistas tuvieron un papel principal. Tras la derrota de la Revolución y la victoria de las/os fascistas, lejos de desaparecer las/os anarquistas, aún muy mermadas sus fuerzas debido a la brutal represión franquista, continúan llevando a cabo su lucha. La estrategia anarquista es muy diversa en esos turbios años, pero nuevamente, muchas/os militantes libertarias/os utilizan la afinidad para defenderse del control del Estado fascista, gracias a sus garantías de protección de los miembros del grupo y la dificultad de infiltración. Mucho se ha escrito sobre el papel de resistencia de las/os anarquistas durante el franquismo. Tras el cambio de régimen, a finales de los setenta en el tiempo que las/os historiadoras/es burgueses denominan la “Transición”, el movimiento libertario trata de reconstruirse, y en  una situación de gran inestabilidad en el seno del movimiento libertario surgen nuevamente (al menos con un carácter más “publico”) las organizaciones anarquistas. Pero además, otras/os militantes anarquistas deciden prescindir de la organización formal o “clásica” anarquista, si bien mantienen la idea de afinidad en mayor o en menor medida. Hoy por hoy, los grupos de afinidad anarquistas, dentro del movimiento anarquista a nivel internacional siguen teniendo un papel muy relevante en las resistencias al capitalismo. En España, aparte de los grupos anarquistas contrarios a la “organización formal”, organizaciones clásicas como la FAI, continúan existiendo, y la FIJA (Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas), que se considera heredera de la antigua FIJL, realiza la labor de la difusión del ideal anarquista mediante los grupos de afinidad, federados entre sí, siendo un proyecto rebosante de necesidad y que cada día, crece, con el esfuerzo diario de sus militantes.

Los Grupos de afinidad anarquistas

Para que los Grupos de afinidad funcionen es necesario que todos sus miembros se apliquen de forma activa y militante. Por desgracia, es bastante generalizado que en las Organizaciones anarquistas se tienda a delegar las gestiones en un número reducido de compañeros; algo que es pernicioso para los componentes del grupo y para la dinámica de éste. Sólo una dinámica activa puede permitir que las decisiones sean tomadas por unanimidad.

Precisamente, la unanimidad es una de las piedras angulares, desde nuestro punto de vista, de las Organizaciones anarquistas. Por un lado evita que se creen tendencias  dentro  de una misma Organización, tiende a alcanzar acuerdos consensuados, es decir, del que todos forman parte y elimina los sistemas de votación, cuya esencia es siempre injusta. Sin embargo, la unanimidad no de ser un mecanismo decisorio exclusivo de los Grupos de afinidad, deben establecerse los mecanismos necesarios para permitir que pueda extrapolarse a ámbitos más amplios, como el de la Federación específica. Los acuerdos, para ello, deben ser elaborados de forma exhaustiva, los debates en las reuniones de los Grupos deben ser tan fructíferos que permitan a los delegados de éstos que puedan asumir o debatir las posturas del resto de Grupos y esto es el principal motivo por el que consideramos que la afinidad es clave para el desarrollo de los grupos como entes difusores de ideas. Además, el hecho de que los grupos de afinidad se federen entre sí, permite alcanzar acuerdos más ricos y elaborados.

Con todo, queremos hacer una aclaración importante, pues creemos que es necesario diferenciar grupos de afinidad y grupos que abogan por luchas parciales. Pues mientras éstos se entran en un único campo de actuación, aquellos, los grupos de afinidad, encuentran en el antiautoritarismo su campo de batalla. La afinidad no es una cercanía a la hora de encontrar un campo o problema concreto, sino a la hora de analizar el autoritarismo y enfrentarse a él. Desde nuestro punto de vista, no nos parecen eficaces las propuestas parciales, una Organización anarquista debe, en nuestra opinión, tender a eliminar todas las manifestaciones de la autoridad y no sólo aquellas que en contextos adecuados aparezcan como más agresivas o incluso socialmente aceptadas (presismo, veganismo, okupación, etc.).

[Publicado en el folleto de igual título, editado por la FIJA y también accesible en https://juventudeslibertariasmadrid.files.wordpress.com/2012/06/afinidad-1c2aapag-blanco.pdf.]

lunes, 17 de abril de 2017

31 de marzo... Abajo los políticos! Arriba la revuelta!

Quienes tachan de ‘vándalos contra la voluntad popular’[i] a los rebeldes que quemaron el congreso y se enfrentaron a las fuerzas de la represión, quienes hablan de ‘grupos violentistas’[ii] o ‘barrabravas pagados’ refiriéndose a los que instalaron barricadas y prendieron los fuegos insurrectos en las calles del microcentro asunceno en la noche del 31 de marzo, solo pueden ser nuestros enemigos.
Lo que ellos ven como ‘saqueos y vandalismo de lugares públicos’[iii], nosotros vemos como un hermoso acto subversivo, un ataque a uno de los centros de la autoridad, del poder. Prenderle fuego al teatro del engaño que encierra el parlamento, a las perdidas ilusiones democráticas con sabor a dictadura… Al odiado edificio dónde a diario se reúnen cómodamente l@s verdugos que mienten, manipulan, causan pobreza, decretan miseria, legalizan desastre ambiental y militarización y demás prácticas asesinas… 
Muchos lo habrán deseado, intentado, quizás proyectado. Las llamas no pueden sino dibujar una sonrisa sobre el rostro de los subversivos en Paraguay y más lejos ¡Por fin! ¡Por fin un claro acto de ataque dónde tanto tiempo han reinado la sumisión y el cinismo!
Mientras la izquierda lamentaba la ‘inacción y complicidad’[iv] de lo que ell@s denominan  ‘las fuerzas de seguridad’, la policía asesinaba, disparaba y torturaba. Así cayeron las últimas máscaras, las dudas, si es que quedaba alguna, sobre el papel de la izquierda paraguaya, desapareciendo hoy más rápido que los montes del Chaco.
Unicamente pueden llamar al diálogo y a la paz[v], l@s que se acomodaron en las bancadas parlamentarias, o l@s que aspiran a ello. L@s oprimid@s del Paraguay viven la violencia todos los días, incluso en tiempos de paz y democracia. Violencia en el campo con su soja, glifosato, militares y sicarios,  violencia del trabajo esclavo y alienante, violencia de vivir en una choza.  Violencia de verse obligado a vender porquerías para sobrevivir, de pedir limosna, de humillarse para recibir unas lucas de algún cheto. Violencia también la del machismo y la homofobia.

La supuesta paz que anhelan no existe. Y gran parte de l@s oprimid@s lo saben muy bien.             Otr@s much@s tienen claro el siniestro juego oportunista de la izquierda, dispuesta a tenderle su mano a la derecha más rancia, únicamente con el fin de reconquistar su parcela de poder. Un funesto juego estratégico del que millones son y serán víctimas. Asimismo nos daremos cuenta de que todo intento de diálogo con l@s verdugos del poder no es posible ni deseable porque es, y será, siempre falso.
Sin conquista del poder no hay posibilidad de cambio, nos dicen los marxistas, y con ellos la mayoría de l@s luchadores sociales en el país. Lógica que les ha conducido al mismo juego político del enemigo. ‘No hay nada que se parezca más a un representante de la burguesía, que un representante del proletariado’, escribió alguien hace tiempo.  Precisamente por ser representantes, mujeres y hombres políticos.
El problema no reside en quién tiene el poder, sino en el poder mismo. No reside en la cabeza pensante del Estado, sino en el Estado mismo. Y quedó claro en la época de Lugo, con las propuestas privatistas, la ley antiterrorista y la militarización del Norte, por citar un par de ejemplos.
El hecho de que much@s dirigentes, veteran@s de duros combates, estuvieran en el poder, ocupando cargos y/o brindando apoyo ‘crítico’, desmovilizó y pacificó dramáticamente muchas luchas. Logrando una represión más eficaz de lo que cualquier gobierno colorado pudo haber imaginado después de la dictadura. Las voces críticas le “hacían juego” a la derecha, mientras las más audaces, eran reprimidas como siempre. Todo eso no es sorprendente, sino la lógica consecuencia de las ideas políticas de la izquierda partidaria, incluso de su versión más radical.
Mucho se ha hablado en los últimos días de manipulación política. Lo ocurrido en el fondo, es un conflicto interno de élites. No cabe duda de que en la base existe la rivalidad entre los grupos del poder, dónde el pueblo es únicamente espectador y/o peón. Pero, como bien señalaron compañer@s anarquistas en otro texto, la quema del congreso y los disturbios no estaban en los planes de la élite, pero sí estaban en las ganas de los rebeldes. Así se pudo, por un momento, expropiar el conflicto, escapar al control del poder. Y esta es la grieta que hay que rescatar.

Más de un marxista[vi] se ha referido a los hechos como una réplica de la quema del parlamento alemán en manos de Marinus van der Lubbe en el año 1933. Afirman que se trata de una operación de bandera falsa, y que a la derecha lo utilizará para reprimir a la izquierda, tal como hicieron Hitler y los nazis después de la quema del Reichstag, sirviéndoles como pretexto para la persecución, entre otros, de los comunistas alemanes. Comparación que engorda la larga tradición comunista de falsificación de la historia. (También en 1933, se hablaba de provocación e incluso afirmaban que van der Lubbe trabajaba para la policía)
Marinus van der Lubbe era un joven proletario holandés, contrario a los partidos, el parlamentarismo y el sindicalismo, y a favor de la autonomía y la acción directa de las clases oprimidas, en pocas palabras, un revolucionario comunista consejista. 
Días después de que los nazis llegaran al poder democráticamente, el holandés llegaba a Alemania a pie. Ya en Berlín asistió a mítines obreros y propuso a otros proletarios organizar una manifestación contra los nazis, quiénes le contestaron remitiéndole al partido comunista, en poder de la última palabra.
En aquella época, el Partido Comunista Alemán practicaba la política de “discutir con los fascistas para llevárselos hacia sus posiciones”. ‘Inclinarse ante la nueva correlación de fuerza y dejar que los fascistas se cansen en el poder. Todo acto de violencia será denunciado por el partido comunista como provocación y sus autores excluidos de las filas proletarios como agentes del fascismo’, llegarían a afirmar, repudiando toda resistencia espontánea.
Ante la total inacción de tant@s oprimid@s, Marinus decidió actuar por cuenta propia. No sólo contra los carniceros nazis, sino también contra el sistema democrático que los había llevados al poder. Y así prendió fuego al Reichstag con unos paquetes de fósforos.
¿Como podrían los estalinistas entender esa acción? ¿Esa mezcla de ideas subversivas y acción individual? En lugar de ver una antorcha llamando a la insurrección contra el terror nazi, se cegaron ante un complot de aniquilación a su partido. En lugar de reconocerlo como un hermoso acto de rebelión, un aliento de resistencia, una prueba incansable de lucha incluso en pésimas circunstancias… Solamente vieron provocación. El por qué de su ceguera es simple: nunca podrán entender gesto tan generoso, l@s que buscan dirigir, gestionar y ‘guiar a las masas’.
Tanto la derecha como la izquierda intentan sembrar confusión, confusión que conduce a la inacción y la resignación. Sin embargo, los hechos se nos presentan claros y los disturbios del 31 de marzo son el primer paso.
Es necesario actuar, de otro modo, las fuerzas políticas tendrán cancha libre para hacer su juego sucio. Y eso podría culminar con la recuperación de la izquierda, o aún más probable, con la derecha consolidada en el poder. Perdiendo l@s oprimid@s en ambos casos y sin dudar, l@s poderos@s, en alentar una guerra civil, al ver amenazados y en peligro sus privilegios.
Por esto es necesario la ruptura con la política. En lugar de cálculos políticos, de estrategias de conquista de poder, hay que apostar por la acción directa llevada a cabo por l@s oprimid@s mism@s, sin que nadie les diga cuándo y cómo tienen que actuar. Decidiendo ell@s mism@s cómo llevar a cabo sus luchas desde la autonomía.
Únicamente aquell@s que desconfían de las capacidades de l@s oprimid@s para dar forma a su propio destino, sus luchas y su emancipación, determinan necesarios l@s pastores, los partidos de vanguardia o los grupos de ilustrad@s que muestren el camino. Y sólo l@s pastores pueden temer al juego subversivo entre el acto individual y la proyección social insurreccional.
Entre l@s oprimid@s del Paraguay existe una larga experiencia de luchas contra el poder, especialmente  en el campo pero también en las ciudades, es el caso de la ocupación. Muchas veces esas luchas se pierden en el camino, no por falta de resistencia o por desgaste ante la represión, sino porque los rebeldes acaban por confiar en un líder o en la política.
Romper con esa dinámica sería un paso hacia adelante. Una vez allí, los subversivos pensarán en el próximo paso a seguir. Porque si bien, el parlamento es uno de los brazos del poder, los tiempos en que los rebeldes hacían la revolución tomando palacios y defendiendo barricadas, han quedado atrás.
Hoy día el capital y la autoridad residen en muchos lugares. Es cierto que las instituciones forman parte de esa red, y la policía, pero la opresión y la explotación también se encuentran en las tecnologías que nos imponen, en las infraestructuras que facilitan el control, el saqueo capitalista, y en las relaciones entre nosotr@s.
Por el asalto a esta realidad, a sus defensores y sus falsos críticos.

Por la anarquía

“Queremos acabar esas luchas políticas que ocasionan derramamientos de sangre obrera promovidos por esos ambiciosos para elevarse al poder; los obreros deben pelear para su emancipación y no para nuestros explotadores.
[...]
Queremos destruir toda forma de gobierno porque mientras existan autoridades también existirá tiranía; podremos cambiar de tiranos, pero siempre tendremos la misma tiranía; esto es, mientras existan hombres que quieran oponer su voluntad a los demás hombres, no existirá para la humanidad ni un síntoma de libertad.
[...]
Queremos una sociedad comunista [...] queremos una sociedad anárquica; que no haya poder autoritario. [...] Como se comprende, el comunismo es la verdadera igualdad y fraternidad, y la anarquía es la completa libertad individual y la verdadera justicia y ambos constituyen una sociedad armónica, civilizada y de progreso.
Por lo tanto, compañeros del mundo entero, si queréis ser libres y concluir de una vez con esa plaga langostera burguesa para que no aparezcan en las generaciones futuras, es necesario unirnos las manos callosas a través de las fronteras, cuya unión se irá practicando con la formación de grupos de afinidad completamente libres y propagando las ideas comunistas anárquicas en los cafés, fondas, teatros, centros y convocar reuniones libres.
Grupo de afinidad es la unión de varios individuos con el deseo igual de ejecutar una misma cosa; por ejemplo, un individuo es apto para la propaganda hablada, puede unirse con otros individuos de igual aptitud y formar un grupo para convocar reuniones, [...] es de espíritu revolucionario, que busque individuos revolucionarios y organizar un grupo de acción revolucionaria y así sucesivamente se van uniendo por la ley de afinidad, ley que no está escrita en ningún código porque es una ley natural e inviolable. La unión de este sistema tiene la ventaja de que todos los individuos proceden libremente en todo aquello que juzguen conveniente, sin verse obligados por ningún reglamento ni someter sus acciones a la aprobación de nadie, esto es, no es necesario ningún estatuto ni reglamento, como tampoco ningún presidente, ni secretario. Es el único modo de obrar libremente y abolir camarillas de zánganos y plantear un régimen económico. Esta forma de organización, de propaganda y acción tiene la facilidad de multiplicarse constantemente y en todas las direcciones, es fácil también burlarse de las pesquisas policiales porque no se archivan documentos ni se levantan actas de acuerdos como tampoco existe ningún centro determinado y está en todas partes puesto que cada individuo es un sujeto de la actividad.”
Cita sacada del “Manifiesto Anarquista”, del grupo ‘los Hijos del Chaco’, Asunción del Paraguay, enero en 1892.





[i] Comunicado del Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS)
[ii] La versión paraguaya del Incendio del Reichstag, Luis Agüero Wagner
[iii] Comunicado del PCPS
[iv] Ibidem
[v] Ibidem
[vi] Luis Agüero Wagner, Osvaldo Zayas, Celso Guanipa Castro, entre otros


                            (Correspondencia anónima)

miércoles, 5 de abril de 2017

POR QUÉ SI LUCHAR?

Por que estamos alerta? Por qué estamos movilizadxs? Por qué estuvimos en la calle? Por qué invitamos a la movilización social a pesar del llamado de varios sectores a no salir a las calles?

   No nos hacemos ilusiones puristas respecto a la coyuntura política actual. Sabemos que los sectores enfrentados responden a grupos de poder en el cual toda la derecha y una parte importante de la izquierda partidista tienen una gran responsabilidad.

  Antiguos golpeados se convierten en golpistas y una parte del golpismo se convierte en golpeado haciendo llamados a defender la constitución y la democracia. Más sería igualmente de ingenuo negar que desde el 2012 para acá se ha estado dando un reforzamiento de las facultades del ejecutivo que está ejerciendo una especie de dictablanda capaz de mutar a dictadura según sus intereses y según la circunstancia contribuyendo al debilitamiento de las organizaciones sociales especialmente en el campo con la militarización  y al saqueo trasnacional de los recursos a través de las privatizaciones.

   No pudimos frenar la alianza pública privada en cuyo día de aprobación hubo una movilización multitudinaria reprimida casi sin resistencia. No pudimos frenar la modificación de la ley de defensa interna que pone al ejército a disposición del ejecutivo a utilizarse a su antojo. Súper poderes comparables a aquellos poseídos por la dictadura stronista pero ahora investida de una maleabilidad tal que hasta suena a ficción a muchos su peligrosidad.

   Sin menospreciar la labor constructiva,(o el trabajo de base como le llaman otrxs) tan necesaria para avanzar hacia un proyecto de cambio real a largo plazo parece sin embargo que mientras el sector más purista de la izquierda se sumerge en un interminable proceso de acumulación de fuerzas presentándola como única alternativa hacia la revolución mediante la constitución del CDP y la creación de un tal poder popular, el Cartismo avanza a pasos agigantados como punta de lanza de los grupos económicos que representa.

  Otra parte de la izquierda, por su carácter reformista y con énfasis en el calculo político y no social a arrastrado a gran parte de sus activistas a una tibieza tal (si no conservadora) que la vuelve inepta a la hora de enfrentar el terrorismo de estado que ha ido también realizando esa acumulación de fuerzas. A nivel macropolítico la acumulación de fuerza no se ha reflejado en un ataque real a las estructuras represivas del estado sino que a veces hasta las refuerza.

    Grandes movilizaciones, juntadas de firmas, mitines simbólicos, micrófonos abiertos y hasta alianzas “estratégicas” han demostrado la incapacidad de la izquierda de tumbar el proyecto cartista sin la ayuda de una hipotética crisis económica o política.

   Esta crisis política presente es un momento propicio para cambiar el paradigma victimista y pasivo de las organizaciones ante el atropello neoliberal en tanto está arrojando a las calles de forma espontánea a colectivos y grupos autoorganizados en una actitud ofensiva contra el estado terrorista, valga la redundancia. La prensa solo habla de la quema del congreso, la represión y la muerte de un militante liberal, pero no habla de las miles de personas que se autoconvocaron con la mayor de las rabias a iniciar una lucha callejera en el microcentro que tardó más de cinco horas en ser controlada.

   Se construyeron barricadas casi en cada calle del microcentro al grito de “dictadura nunca más” y no escuchamos a ningún político hablar  de esa gran fiesta popular que no pudo ser dirigida por caudillito de ningún signo. Pues no solo los liberales disputaron el terreno al impulso destructor de la rabia ciudadana. Todos ellos hablan de represión, represión y más represión. Quienes nos autoconvocamos y  luchamos en las calles esa noche sabemos que hubo represión, pero hablemos de lo otro, hablemos de la revuelta, de la lucha callejera contra el brazo armado del capital.

   Comprendemos el miedo que tienen los poderosos que se extienda ese relato, por eso buscan artimañas para desviar la atención con el fin de evitar lo más posible una nueva explosión de ira. Los liberales saben que no pueden controlarla, los futuros cómplices, aún inhibidos, deben saber que el lenguaje del viernes 31 es el único lenguaje por el cual se podrá retroceder el creciente reforzamiento del terrorismo de estado, y porque no, una nueva dictadura.

   Quienes dudan en tomar las calles contra la represión o llaman a no hacerlo a pesar de estar contra ella argumentando en este momento hacerle el juego a la derecha, o están presos del miedo (que es razonable ante tanta violencia policial) o no están a la altura de la situación.
Abajo el terrorismo de Estado! Abajo el Estado! Abajo el Estado y sus políticos! Abajo el Estado y el capital! Que se vaya Cartes! Que se vayan Todos!
Arriba lxs que luchan!


                         Grupo Afín Anarquistas Insurrectos (GAAI)

martes, 4 de abril de 2017

COMUNICADO DEL GRUPO AFÍN "ANARQUISTAS INSURRECTOS" SOBRE LOS DISTURBIOS EN ASUNCIÓN.




El viernes 31 a pesar de los sentimientos encontrados y la confrontacion interior que teniamos, ante la pregunta que nos haciamos entre compas y a nosotrxs mismxs de mba'e piko jajapota ñande upepe como anarquistas que nos importa la constitucion?, la crisis política... pero los acontecimientos se encargaron de darnos un jurupete.


Nosotrxs como muchisima otra gente fuimos sorprendidos por la espontanea explosion de rabia y hartazgo de un pueblo tan manso y acostumbrado a la pasividad, pero ya cansado que perdio el miedo a los gases y los balines de goma, que desbordo y desato sus pasiones mas salvajes, a pesar de los llamados a la calma y la manifestacion pacifica por parte de senadores y lideres partidarios, el pueblo los ignoro y descubrió lo que es capaz de hacer por su mismo, quemar un congreso no es cualquier cosa.

En medio del conflicto, el ingenio y el libre desenvolvimiento de la gente sin ser dirigidos por nadie, para resistir a la represion policial...

La calle se convirtió en el espacio pedagógico donde el pueblo dió un paso hacia el desaprendizaje de la pasividad y otro hacia la construcción de experiencia y conocimientos empíricos para la resistencia, la autodefenza y el ataque hacia los símbolos de la opresión. Las balas de arma de fuego disparadas sobre la calle estrella, chile y otros puntos del microcentro no fueron suficientes para dispersar la rabia de los miles de jóvenes trabajadoras, estudiantes, chacariteñxs y rockeros que ese viernes cambiaron sus planes ante el alevoso espectáculo represivo y decidieron dar rienda suelta al luddismo destructivo necesario para quebrar con la paz de los muertos.
Invitamos a estar en estado de alerta ante los acontecimientos y animamos a os grupos autoorganizadxs e individuos, todxs a no retroceder, decaer ni dejarse llevar por los calculos partidarios que lo unico que hará es sumirnos nuevamente en el miedo. Que la práctica revolucionaria, sea siempre nuestra respuesta al terrorismo de estado!. contra la pasividad social.

Ver como el apoyo mutuo y la solidaridad se practicaban espontáneamente, gente que te daba sal, agua, que si te desvanecías sofocado por los gases te levantaban y te llevaban a un lugar seguro aun arriesgándose en una arremetida de los cascos azules, otros que te rescataban de las manos de la policía, estas practicas son muy importantes sobresaltarlas para nosotros que como anarquistas, concebimos, deseamos y buscamos una vida en libertad, sin autoridad.



Desde nuestra posición como anarquistas invitamos a la constante participación en futuras manifestaciones, que no quede en el oparei, ñasê jey callepe y que se reavive la lucha callejera contra el terrorismo de estado.


Teniendo en claro siempre a nuestros enemigos. No confiando en discursos partidarios y lograr sacar de entre toda la guerra de información que nos llega, donde está realmente nuestra lucha.

No hay salvación para el pueblo sumiso, que no quede impune la sangre de inocentes derramada.